El presentador dice "estuvo circulando en las redes un video..." y su compañera, parados ambos delante de un monitor gigante, agrega "es algo muy gracioso". Podemos ver a continuación un video que seguramente ya hemos visto, en nuestros celulares, tal vez por una cadena de WhatsApp o en la pantalla de noticias de Facebook, o en la novedades de Twitter. Esta escena es casi una secuencia cotidiana en todos los noticieros televisivos. Lo que varia es el contenido del vídeo "viralizado" puede ser un video gracioso, o algo indignante, en general se trata eso sí, de videos hechos por particulares con sus celulares. Puede incluirse también en ese repertorio de fuentes de información (con impacto distinto según se trate de radio o televisión) algunos datos que circulan también por la redes, pero como memes. Así podemos encontrar por ejemplo un periodista diciendo que "Mitre nombró jueces por decreto" algo que ya sabíamos porque lo vimos en un meme que llego a nuestro celular. El dato importante aquí es que la mayoría de los espectadores que tengan cierta participación en redes conocen la información, o los videos antes de que estos sean informados por televisión. La conclusión parece ser que la televisión está llegando tarde. Que la noticia llega a nuestras manos, a través de nuestros celulares, antes que la televisión las traiga, o mejor dicho, que llega a nuestras manos al mismo tiempo que llega a las manos de quienes nos informan por televisión.
El periodismo y los hechos
Una frase de cierta tradición periodística reza "los hechos son sagrados" guarda relación con algo que hace mucho ya mencione por aquí, esa famosa máxima de las 6 preguntas (las seis w), quien, que, donde, cuando, porque, como (el algoritmo de los hechos se me ocurrió llamarle). Toda nota periodística, decía entonces, debe responder a esas preguntas. El territorio de la noticia, quedaba claro, son los hechos. pero ¿qué hechos? Suceden infinidades de cosas en todos lados, porque algunos llegan a los diarios y otros no. Otra máxima periodística sugiere que aquellos hechos que trascienden lo cotidiano son susceptibles de ser noticia (todo lo que quiebra la realidad, pensando como realidad el mundo cotidiano), así la noticia "abrieron todos los negocios" no tendría carácter de tal, ya que todos los días abren los negocios. La noticia sería algo que sucede fuera de lo normal, que rompe la normalidad ("asesinaron al dueño de un negocio"). También observe que existe cierto horizonte que resulta del conjunto de noticias que tenemos. Por ejemplo si no tenemos ninguna noticia sobre hechos que acontecen en África, no sabremos nada sobre África. África estará fuera de nuestro horizonte. Me interesa ahora observar algo en la configuración de la noticia, en la actualidad muy pocas noticias responden a las 6 preguntas o a veces siquiera a una, el horizonte de la noticia que resulta da la caprichosa selección de lo noticiable nos lleva a un sin fin de realidades ignoradas, pero lo que quiero ver ahora no se trata ya de una mala praxis en construcción de la noticia (hechos incompletos, deformados o ausentes), sino de otro tipo de alteración. La ausencia total de los hechos: la noticia, la información que hoy circula como tal, prescinde de los hechos.
Periodismo de Declaraciones
No puede negarse que la influencia de dos grandes transformaciones en los medios de comunicación. La caída de los medios gráficos y el esquema tradicional de medios en que estaba inserto (a saber, diarios, revistas, radio y televisión) frente al avance de otro modelo de comunicación, aun en desarrollo, pero que podemos definir (si alguien no ha definido ya) como plataforma digital (portal de noticias, redes, diario, radio y televisión), esquema que además tiene una fuerza y poder de llegada inédito en la historia porque viaja a las manos de los individuos a través de sus celulares. La gran transformación de este nuevo esquema de comunicación reside sin duda en el uso masivo de celulares inteligentes. Lo que potencia la fuerza de todo lo digital, del portal de noticias y las redes sociales. La noticia, la palabra del medio digital, viaja con el individuo, en su bolsillo. Cualquier medio gráfico tiene mediaciones materiales que condiciona los tiempos de lectura y la velocidad de la información. Hay que ir a comprar el diario, buscar un momento de lectura, la densidad del medio, su valor y jerarquía se mide en la cantidad de páginas, es decir, en su volumen material que a su vez dificulta los espacios y momentos de lectura. Al mismo tiempos las mediaciones materiales del medio producen un intervalo entre que la noticia se redacta y llega al lector. Hay que hacer procesos industriales de impresión (diseño, fotocromía, pre impresión, impresión, ensamblado y distribución). En cambio la plataforma digital saltea todos esos pasos y lleva la información (la noticia) a las manos del lector al segundo de haber sido redactada. Potencia el vértigo del medio, acelerando la velocidad de llegada. La velocidad de lo digital (cuyo tipo ideal, diría el amigo Weber, serian las redes sociales) en su mediación con los dispositivos móviles, es incluso mayor a la velocidad de la radio y la televisión, que ya implicaba un gigantesco avance frente lo grafico. Todo esto lleva al aumento de una tendencia que ya estaba presente en los medios de comunicación tradicionales. La necesidad de la noticia. Es que los medios venden noticias y mientras más noticias se vendan mejor será el negocio, en consecuencia es preciso producir el mayor numero de noticias. Pensemos que tenemos un público conectado todo el tiempo, con lo cual los tiempos de actualización (que en la grafica son los números de cada publicación) son más breves. Frente esta velocidad de circulación y tiempos de actualización, la producción de noticias sufre un serie de transformaciones, diría, relajamientos. Esto, podría aventurar, conduce a una nueva categoría de noticias, noticias ligeras, con redacción rápida y escaso desarrollo, que resultan de operaciones retoricas bastante pobres y se construyen sobre un conjunto de datos, hechos e informaciones tan accesible al medio como a sus lectores. Así podemos encontrar noticias sobre videos que llegan al público con la misma velocidad que llegan al medio que hará noticias con ellos. También es bastante común notas sobre publicaciones en redes sociales "Pampita publico fotos hot en su instagram y volvió locos a sus seguidores". Y un tipo especial de noticia ligera que voy a llamar periodismo de declaraciones. Donde la noticia se reduce en una suerte de run run social, se trata de relevar un dialogo entre dos personalidades con cierta trascendencia social, ya sean un políticos, periodistas o alguna personalidad de cualquier procedencia pero con presencia en los medios. En general estos diálogos son levantados de publicaciones personales en redes social o bien participaciones breves en algún otro medio de comunicación, con lo cual se trata de un cruce de declaraciones breves sin ningún desarrollo, o con desarrollos cortos y escasa contextualización. Lo que le falta a este tipo de noticia ya lo podemos anticipar, son hechos. La noticia esta construida sobre declaraciones, es el relevamiento de un dialogo. Esto además se alimenta de otro elemento, que ya estaba en la tradición periodística grafica, la búsqueda de atención. En la grafica era "el titular". Se trataba y se trata aun, de redactar un titulo para la noticia que cumpla con dos requisitos, sintetice e introduzca la noticia y llame la atención del público lector. Los diarios sensacionalistas por ejemplo enfocabas los costados macabros de los hechos así un homicidio se podía titular como "violento y sanguinario asesinato en recoleta" Si el titular atrae, el lector leerá la noticia, el titular además está en la tapa del diario y el texto adentro, tenemos que ir pasando las páginas del diario para encontrar la nota del titular que nos intereso (nos interesa el titular, buscamos la nota). Quien estudie los medios gráficos notara que esta difícil tensión entre la síntesis de la noticia y la búsqueda de atención se interrumpe además por una distorsión ideológica y lo mas común es que el titular mienta. Entonces el titulo sugiere noticias que la nota no dice. Como es sabido que la fuerza del titular es mucho mayor que el texto completo de la noticia (que en ocasiones ni siquiera es leído) la mayor carga ideológica esta en los titulares. Pero lo importante aquí es que el titular juega como síntesis y como llamado de atención. Ahora bien, en los medios digitales tenemos un mecanismo mas que es lo que se ha denominado hipertexto, que expresa el funcionamiento de los vínculos de páginas. Haciendo un click en un elemento del texto, "el titular" vamos a la nota, y haciendo click en alguna palabra de la nota, vamos a otra nota. Los textos están hiperconectados y podemos transitarlos en un repertorio mucho mayor y especifico que el pasar las páginas de un diario. Lo primero a observar es que aquí efectivamente nos llega el titular antes que el texto, y si no hacemos click, el texto no lo veremos nunca. La urgencia por llamar la atención, en el medio digital, es la urgencia del click. Y esto transforma los modos de redacción del titular para incentivar el click, en consecuencia se altera el sentido de síntesis del titular. Aparecen los "titulares con incógnita" que pretender generar intriga en el lector para que movilizado por ella busque la noticia, y haga, por supuesto, click. Así podemos encontrar títulos del tipo "Maradona le retruco a Carmen Yazalde", en una de las captura vemos como noticia que un intendente "salió a responderle a Feinman", lo que no puede falta en el titular es lo que falta, la noticia, lo que dijo Maradona, la respuesta del intendente es lo que debemos buscar haciendo Click. No se trata de buscar el desarrollo de la noticia, sino las partes que faltan del titular, la incógnita. Una variante de este uso retorico es la aplicación de adjetivos que de algún modo espectacularizan el intercambio lingüístico, porque siempre hablamos de diálogos, nunca de hechos. Así nos encontramos con figuras como "liquidó"; "destruyó"; "fulminó"; "destrozó". Entonces la incógnita a despejar, lo que buscamos en la nota, son las declaraciones textuales que encubren esas palabras rimbombantes. En una de las capturas tenemos un ejemplo, la panelista tucumana "liquido a Lanata". Más allá de la espactacularizacion del dialogo, este uso de verbos para describir diálogos puede generar la sensación de que hablamos de acontecimientos fácticos cuando solo se trata de intercambios lingüísticos. En resumen, de chicanas. En el fondo un periodismo de declaraciones es un periodismo de chicanas. Para cerrar quiero preguntar cuánto de todas estas transformaciones en el ejercicio del periodismo se deben a esta crisis de sus medios y cuanta a cuestionables deformaciones de la practica misma del ejercicio periodístico.
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