domingo, 27 de septiembre de 2009

jueves, 24 de septiembre de 2009

Jorgito y La Muerte 6

Me compre una Notebook. Si, después de mucho ahorrar, de muchos sacrificios lo he conseguido. Pero este no ha sido un gasto superficial, inocuo. Todo lo contrario, es un avance. Es que este artefacto significa muchas conquistas para mi vida. Hay cosas que antes no podía hacer y ahora sí. Por ejemplo chatear en el baño. Es más, en este mismo momento mientras escribo estoy cagando. Y no es un dato menor, significa muchas cosas. Todo un mundo de transformaciones en mi vida cotidiana. Antes cagar y escribir estaban disociados en tiempos y espacios distintos. En distintas locaciones de mi mundo domestico, o como diría Geertz de mi experiencia próxima. El hacer de mis cagar se hallaba separado, aislado del hacer de mi escribir. Tan disociados, tan separados como si cagar y escribir no tuviesen relación, como si fueran dos cosas distintas. Era necesario llevar a cabo una oscura operación dialéctica para conciliar estos haceres, para convertirlos en una síntesis superadora: “el escribir cagadas”. Eso ya no es necesario, tengo mi notebook.
Y mientras escribo, en mi poderosa notebook, sentado en el inodoro, pienso en muchas cosas. Pienso en las mujeres y en las amigas. Y en ese complicado asunto de la frontera. Los límites de la amistad. Cuantas amistades disfrazan en realidad una búsqueda de condimentos sexuales (por ejemplo el jengibre) y cuantas búsquedas de sexo culminan en lindas amistades. Nos acercamos con pobres argumentos para la amistad, soñando tal vez, que la amistad se transforme, que se convierta en amor. O tal vez de pronto encontramos en el otro algo que buscamos mas lejos…La soledad juega sus fichas en las relaciones humanas. También el jengibre. Y de eso precisamente trata este episodio de Jorgito y la muerte. El sexto de esta aventura que empezamos con Jonathan hace algún tiempo…



















Guión: Ricardo De Luca
Dibujo: Jonathan Weis