jueves, 15 de agosto de 2013

Sobre el Crack Bang Boom

Entre el 1 y el 4 de agosto se realizó la 4 edición del Crack Bang Boom, que como muchos saben es un evento de historietas que se realiza anualmente en la ciudad de Rosario. Una buena Crónica del evento puede encontrarse aquí. Mi intención, al contrario, es poner en juego algunas ideas sobre el CBB y los eventos de historieta en general. Debatir algunas cosas sobre su significación y su contexto. El CBB se sitúa dentro de una suerte de trayectoria que, en otro lugar he llamado contrahegemónica y ubico en una línea histórica que parte desde el Historietazo en 1997, pasando por Leyendas, Frontera y cierra en Viñetas Sueltas. Eventos organizados por autores y editores locales (que en ocasiones son las mismas personas cumpliendo ambos roles) que de alguna manera intentan crear un espacio para la postergada historieta argentina. Consciente o inconscientemente existe en estos eventos la intención de intervenir en la cultura.

CBB y Leyendas
El CBB es de alguna manera una continuación del viejo Leyendas, que era organizado por el AHÍ Rosario en el mismo lugar y casi con los mismos socios comerciales. Leyendas se realizó por más de 10 años, y es justo tras su final que empieza el Crack Bang Boom. Creo que hay positivas continuidades entre ambos eventos, en leyendas no se cobraba los stands a los fanzines y grupos auto editados. En el CBB de entrada se articulo una manera, en el espacio de juventudes un galpon próximo al CEC para ubicar allí a los fanzines, a los que no se les cobro stand. Y había, también en Leyendas, una constante convocatoria a autores de trayectoria. Persistía en eso una saludable búsqueda de tender puentes entre una vieja generación de autores que se formaron en otras condiciones con esta nueva generación que nació huérfana y aislada de toda industria, obligada a auto editarse para poder mostrarse.
Es cierto que entonces, hace 10 años, esa vieja generación de autores y sus experiencias no eran tan distantes, estábamos aun cerca del fin de la industria argentina de historietas. Con el CBB, luego de 10 años, pasados ya los 90, la situación es otra. La industria no solo ha desaparecido sino que lleva muchos años desaparecida, ya casi 2 décadas. Y los autores de aquella gloriosa generación que conoció no solo la fortuna de vivir de la historieta sino de ser publicados en el país esta tan lejana como sus experiencias. Hoy por hoy el camino parece ser publicar en el extranjero y esa la experiencia artística que prima, que se exhibe y se comparte no solo en el CBB sino en casi todos los eventos que hay. Recuero las rondas de charlas de los últimos Fantabaires cuyos títulos eran “como es trabajar para Italia” “como es trabajar para usa”. CBB no solo continúa esa línea de interpelación sino que la sincera buscando además traer a editores para que vean carpetas. No digo que este mal, es algo altamente positivo que además da cuenta un cambio de actores decisivo entre los organizadores de leyendas y los de CBB, leyendas pretendía intervenir en lo cultural, se planteaba problemas culturales sobre realidades económicas y eso tenía que ver con la característica de sus organizadores, la gente del AHÍ eran autores que se quedaron fuera de la cultura y el mercado pero su vía de escape, su búsqueda tenía relación con ese mercado. Los autores del ahí producían y (auto) editaban para el mercado local, pensando en el mercado local, queriendo formar parte de él y en ese movimiento se pretendía integrase nuevamente a la cultura. En el entramado de Leyendas existía cierto énfasis por elaborar o motivar reflexiones, por ejemplo hay charlas que fueron desgravas y son accesibles por internet en la página de Leyendas. En cambio el CBB está organizado por autores exitosos en eso de “trabajar para afuera”, y dentro de esa lógica el mejor servicio que se puede hacer a la historieta es traer editores para que otros autores con menos suerte puedan también “trabajar para afuera”. El grado de intervención sobre el mercado local se limita a la geografía misma del evento. Se me podrá decir que si durante 10 años Leyendas reflexionó sobre la cultura y el mercado sin llegar a ningún lado, y que es mejor dejar de perder el tiempo. Pero también se podría cambiar el eje de las reflexiones y empezar a precisar nuestras posturas, a volver más conscientes nuestras acciones.

La dimensión local de CRACK BANG BOOM
Como le sucedía a Leyendas, el CBB no ha podido aun quebrar la dimensión local. Es cierto que mucha de la concurrencia proviene de distintos lados, una enorme comitiva de capital federal y Buenos Aires y otras provincias se acercó a Rosario la semana pasada para estar en el evento. Pero cuando digo dimensión local hay que pensar en la repercusión mediática del acontecimiento. Buscando por internet apenas encontré notas en el diario La Capital de Rosario y en Pagina 12. Ni Clarín, La Nación, Tiempo Argentino o ningún otro medio ha desperdiciado una letra para hablar de CBB. Ni hablar de los canales de televisión que solo viajan al interior si hay muertos. Según los organizadores la convocatoria fue un éxito, en una de las breves notas en la Capital se decía:
"La verdad es que la convención explotó, superó ampliamente todas las expectativas", sintetizó Risso. Para el dibujante, la clave de la convocatoria fue que el evento "se fue instalando no sólo a nivel local sino regional, porque asistió mucha gente de Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil", que este año fue país invitado. Con este antecedente, los organizadores ya hacen planes para el año próximo. "La idea es sumar actividades y espacios, como los galpones del parque Nacional a la Bandera", prometió Risso.”
En la nota se afirmaba que fueron más de 15.000 personas al evento. Que para cualquier convención de historietas es un número muy significativo. Sin embargo a los medios nacionales no le ha llamado la atención el evento. Y tuvieron tiempo para observarlo, desde hace 3 años se viene haciendo. Y si le sumamos además los años de Leyendas podemos decir que hace casi 14 años que sucede regularme algo en Rosario relacionado a la historia argentina, que convoca a mucha gente de todo el país sin que sea noticia para los medios nacionales. La explicación al sistemático silenciamiento que determinados medios ejercen sobre ciertas realidades culturales escapa a mi intención de análisis en este momento, pero es una realidad a tener en cuenta a la hora de pensar estrategias para “existir” en los medios masivos de comunicación. En este CBB se incluyó muy acertadamente la figura del País invitado (en este caso fue Brasil), aunque no parece haber sido muy bien aprovechado le dio al evento un carácter internacional que vuelve más incómodo el silencio de los medios nacionales porque pone en discusión el carácter local del evento.
Fantabaires tenía una estrategia para llegar a los medios, buscaba estrellas de Hollywood que por ser estrellas de Hollywood llamaban la atención a los torpes periodistas culturales del país. Con esa estrategia llego incluso a la tapa de Clarín, que no es poco. Pero además había incluido en su organización a DG la productora de Daniel Grinbank, en ese momento dueño de la Rock and Pop, lo que aseguraba una llegada privilegiada a ciertos sectores de nuestros caprichosos medios de comunicación. La pregunta ahora sería qué estrategia tienen los organizadores de CBB o que estrategia podrían tener para el desafío de intervención mediática teniendo además en cuenta el doble problema que se presenta con la dimensión local. Y es que Crack Bang Boom no solo enfrenta el desafío de existir en los medios de comunicación, sino de llegar allí con la impronta y la importancia nacional que el evento tiene. Existir en Rosario y en todo el país. Sobre los medios y la desintegración nacional ya he escrito algo en este blog. Tal vez, se me ocurre ahora, que una estrategia positiva podría ser articular una comunicación dentro de esa red contra hegemónica de medios alternativos, algo de eso ya está sucediendo, porque si bien el CBB no existe en Clarín; si existe en una multitud de medios alternativos, de blogs y páginas de internet. La capacidad comunicacional de esa red es algo que aún no podemos medir.

Los Editores, tributos y homenajes

Decíamos antes que en el CBB se traen editores extranjeros para cazar talentos, imagínense que en la Comic Con de san diego los organizadores lleven editores franceses para que les roben autores a la industria norteamericana y notaran la incoherencia presente. Lo primero que sucedería es que tanto DC como Marvel se retiren con lo cual el evento perdería casi su razón de ser. Y es que el CBB sucede en un país huérfano de industria pero con una importante cantidad de autores talentosos. El pasado de un público masivo y popular se ha convertido hoy en un diezmado sector minoritario, y la enorme cantidad de autores se ha escondido en una prestigiosa escuela de formación. Le sucede al historietista lo mismo que al científico argentino formado por un país que no tiene lugar para él. Sería importante concientizar esa realidad. Admitir que nuestros eventos comerciales no tienen actores comerciales genuinos detrás. Que se trata de editores semi profesionales que articulan el trabajo de editor con alguna otra actividad. Y pensar desde ahí cómo puede un evento contribuir al desarrollo del mercado local que requiere también el desarrollo de sus actores. Tal vez sea tiempo de que empecemos a pensar a los editores como actores importantes de la industria. Creo, sin embargo que en este CBB se ha dado un paso positivo en ese sentido, se realizó un “encuentro nacional de editores” donde no pude estar, pero más allá de lo que allí se haya debatido, crear el lugar, el espacio es un paso muy importante.
Otra cosa positiva son las figuras de Homenaje y el Tributo que ya venían definiendo un interesante derrotero desde la primera edición, el año pasado se había hecho homenaje a Robin Wood, antes le había tocado a Oswal. Y guardan alguna relación con esa dimensión de tiempo que mencione más arriba. Hoy la historieta esta tan lejana que pensamos en homenajearla. Pero esta distancia tienen tanto de real como de imaginario, los autores homenajeados no son tan lejanos como nos parece, el sistemático olvido que ha permeado de nostalgia toda experiencia cultural argentina parece habernos convenido que todo sucedió en los 50. Y que en los 90 no había más historieta que Batman. Recuerdo una vez en un Fantabaires fui a una charla de Robin Wood, nadie parecía saber quién era Robin Wood, yo había comprado por curiosidad una revista Fantasía llena de refritos con tapa de Alfredo de La Maria fui a esa charla donde estaba Pablo Muñoz y creo que Meriggi, en un pasillo había escuchado alguien preguntar quién era Robin Wood “el que roba a los ricos para dar a los pobres” le respondieron. La historieta argentina, en ese temprano Fantabaires, era todavía una realidad actual, las charlas, no eran pensadas como homenajes ni tributos pero venían a romper una distancia. Robin Wood parecía no existir, pero ahí estaba. Tengo datos del IVC (instituto verificador de circulaciones) que indican para la Revista Fantasía de Columba en diciembre de 1990, una circulación neta pagada de 15.600 ejemplares mientras que la revista Batman de perfil en octubre de 1994 tenía un total de ventas de 4.829. Estamos hablando de casi 4 años de diferencia, en los últimos periodos informados y años de abierta crisis de editorial Columba. Pero ya para el 1990 estaba construida la distancia, no había más realidad que el comic y creíamos que por “suerte Batman vino a popularizar la historieta” cuando en realidad estábamos asistiendo al fin de su popularidad; cambiando un mercado grande por uno infinitamente más chico. Lo que importa aquí es ver que la popularidad de la historieta argentina no es tan lejana como estamos acostumbrados a creer pero esta distancia imaginaria hoy se ha encontrado con una distancia real. Cargamos con 20 años de silencio editorial. Hoy cualquier autor que haya vivido de publicar sus historietas en argentina nos esta contado una experiencia de hace 20 años. Hay jóvenes que en sus 20 pueden asegurar que la historieta argentina para ellos, efectivamente, nunca existió. Entonces el homenaje cumple el rol de conectar experiencias, mas allá de lo importante que es reconocer el trabajo de los dibujantes y guionistas, al homenajearlos les damos un lugar de valor en el presente. Ese pasado, esa historia es invitada hoy a participar de nuestra visión del presente. El homenajeado fue Ray Collins y vaya si merecía un homenaje. Dio además una clínica de guion, que fue casi una conferencia y que lamento no haber grabado.


Lo social, lo económico, los actores genuinos y las ausencias.

En el congreso Viñetas Serias, intervine con un trabajo donde problematizaba la tensión que existe entre el acontecimiento social y la búsqueda económica que estos eventos implican. La necesidad de convertirse en un actor económico pleno y la participación social que “estar” en el evento supone para sus actores. Es que para cualquier autor o futuro autor ir al CBB supone aproximarse al pequeño mundo de la historieta. Decía Brian Janchez en la nota de Página 12 “Acá hay encuentros, empiezan proyectos, arreglás futuros trabajos” estar es importante porque te pone en relación con los actores de la escena local. Pero estos actores no son actores económicos. En este sentido es llamativo que FIERRO no haya estado en el evento. Directa o indirectamente no participo. Estuvieron si muchos de los autores que publican en fierro, porque forman parte del mundo de la historieta argentina y por ello “están en relación”. En cambio Fierro no. A la distancia, pareciera que fierro no tiene nada que ver con lo que pasa en la historieta argentina. Y en eso me hace recordar a una edición de Fantabaires (1999) donde se homenajeo a Editorial Columba y sin embargo Columba no participo del evento. La ruptura de lo comercial y económico, de los actores propios del mercado local con los eventos de historieta, es decir con aquellos acontecimientos sociales donde se puede llegar a construir sentido, parece ser una constante en la industria. Columba solo participo como expositor en el primer Fantabaires en 1996. Es cierto que para entonces ya un caos de sentido y estrategia había estallado en la editorial. Y es un poco por eso que la editorial ya tenía muy poco para decir: había quedado fuera de las reglas del discurso nuevo que se estaba gestando. Donde se suprimía la palabra historieta para dejarnos a merced del “comic”. Pero, volviendo al CBB, es por lo menos llamativo, que los pocos actores genuinos de la edición local estén ausentes en los lugares donde se puede gestar un discurso, y los eventos sociales son espacios privilegiados para eso. Que no se me malinterprete, no estoy diciendo que Fierro tenía que estar en el CBB. Tendrán sus razones para no ir y no podría objetarlas aun si las conociera. Y hay que tener en cuenta que esa revista tiene la maldición de ser la única, lo que la ubica en el incómodo lugar de terminar concentrando todas las esperanzas de un ambiente que no entra en el límite de sus páginas. Solo estoy observando que la única revista de historietas de tirada nacional que existe hoy en la argentina no estuvo en el evento de historietas más importante que existe hoy por hoy en la argentina. El desencuentro de los actores económicos con los acontecimientos sociales capaces de proyectar sentido, de proponer consumos y lecturas, es algo que no podemos pasar por alto.

6 comentarios:

CARPERMC dijo...

Muy interesante. No lo había visto expuesto de esta forma antes. Claro que yo no he ido nunca aún. Espero ir el año que viene. gracias por el artículo.

Ricardo De Luca dijo...

Gracias por leer.

redmonkey dijo...

Excelente analisis Ricardo.

Sergio Más Comic dijo...

Muy bueno Ricardo, una muy buena visión. Lo que aporto es que respecto a tu frase "Sin embargo a los medios nacionales no le ha llamado la atención el evento."... como persona del interior que hoy se alimenta de medios nacionales, puedo afirmar que CASI NADA DE LO QUE PASA EN EL INTERIOR, POR AÑOS, SEA CONVOVANTE, ES TOMADO POR MEDIOS NACIONALES. Al fin de semana siguiente al Crack, en La Banda (Santiago del Estero) sucede el "Cumpleaños de la Abuela Carabajal", van como 100 mil personas, hace como veinte años y nada en medios nacionales, y ese mismo finde en Paraná hacen la FISTA DE DISFRACES que es otro evento de convocatoria multitudinaria y los medios nacionales, nada. Y así, puedo seguir. El Crack va a durar cien años y ni así. Comicópolis tendrá más difusión, seguro, porque pasa acá. Dios atiende aquí.

Laura Ponce dijo...

Un desarrollo muy interesante, Ricardo, particularmente la última parte, sobre esa disociación entre presencia económica y presencia social. La Crak de este año (la primera a la que voy) me dejó esa sensación vaga de que parecía un gran encuentro de fanzineros. No me interpreten mal, no me refiero peyorativamente a la calidad del material, que era excelente, de una gran variedad y muy buena edición, con un nivel de publicación completamente profesional; uso la palabra con mucho afecto, y me refiero a la actitud de la gente. La mayoría de los expositores eran editoriales independientes y detrás de la esos emprendimientos suele haber sellos pequeños, autogestivos, autofinanciados, cuyos impulsores no viven de esto, hacen lo que hacen por amor al arte, muchas veces yendo a pérdida; en ese sentido es que les veo el espíritu fanzinero: son editores que se ha hecho de abajo, aprendiendo el oficio y profesionalizándose a los golpes, experiencia a experiencia, y de algún modo eso los define, por más que ahora se hayan hecho grandes, tengan cierto renombre y se hayan hecho su lugar en el mercado; su actitud es muy diferente a la de un actor comercial. Y tenés razón: esos otros no estuvieron.

Ricardo De Luca dijo...

Sergio, lo que decís es absolutamente cierto. Es infinita la cantidad de eventos, actividades y acontecimientos que suceden en el interior y es, al mismo tiempo infinito el desinterés de nuestros "medios nacionales". Habría que preguntarse porque son nacionales. Hace un tiempo escribí algo sobre la integración geográfica y la información y algunas de estas ideas son hijas de aquellas reflexiones. Laura, respecto a lo que decís, en un momento (y tal vez en todos los demás tambien) Leyendas para mi era el "gran encuentro fanzinero" y había ahí mucho sentido de lucha, de resistencia. Entonces, los agentes económicos tampoco estaban.