sábado, 29 de octubre de 2016

Valor y Hogar, reseña de "Wampum y Wigwams"

Wampum y los Wigwams es un libro de 137 páginas con guion de Gustavo Schimpp y dibujos de Quique Alcatena (publicado este año por Loco Rabia y Milenario ediciones), se compone de 10 historias unitarias ambientadas en los "pueblos amerindios de la zona noreste de América del Norte, ubicados en la región de los grandes lagos principalmente" comenta Schimpp. El hilo conductor entre las historias son justamente los Wampum y los Wigwams, los primero eran unos objetos sagrados que estos pueblos utilizaban como monedas y los segundos son los nombres nativos para sus tiendas.
Estas historias se publicaron originalmente en Italia (en las revistas de Eura) alrededor de 1996 y cito nuevamente a Schimpp "La idea original fue hacer una serie encubierta, es decir, historias unitarias con un hilo temático que pudiera darles una identidad única. No hubo planificación (...) Es más, el orden en que se publicaron en el libro no es el orden en que se escribieron ni que se publicaron en Italia. Cuando llegamos a la historia 9, Quique (Alcatena) creyó que deberíamos darle un cierre y se nos ocurrió para la 10 contar una historia que cerrara aquella primera sobre el Wendigo." Señala además que la fuente de inspiración para la historias fue el folclore de esos pueblos y solo la historia "4 iroqueses" adapta una leyenda indígena. El resto de las historias incorporan elementos fantásticos de diversas leyendas de manera caprichosa.

Moneda y tienda: Valor y hogar

Las historias van siguiendo ese derrotero, atravesando distintas tribus que sin embargo conservan entre si algunos objetos y tradiciones comunes. Un cazador que en su primer excursión "su iniciación" se cruza con el Wendigo (animal mitológico cuya imaginería podemos rastrear en muchos géneros artísticos), en la lucha pierde un ojo y aunque no pudo matarlo, solo lo venció y "es suficiente para un guerrero". En otra historia, otro guerrero, ahora un "Oneida" debe redimirse luego de haber mostrado cobardía en combate. Estaqueado, golpeado y torturado espera la salida del sol para cumplir su promesa, para resistir, limpiar su vergüenza y liberar las almas aprisionadas por el chaman enemigo. El texto de Schimpp no escatima ni recursos narrativos ni lirismo "y mientras muerde su lengua a punto de sangrar le pide fuerzas a Orenda, el gran espíritu, para soportar un poco más, hasta el amanecer. Porque así lo prometió. Porque así se lo exige su corazón..."
Las historias sin tinte moralizador ni aleccionador, problematizan dilemas humanos. Schimpp consigue narrar historias humanas sin perder nunca la diversidad de los mundos que cuenta, sin sobreactuar ni estereotipar, expresando las particularidades de estos pueblos (que un poco describe y un poco inventa), y alcanza a mostrar las diferencias, no en su dimensión histórica sino en la dimensión de la diversidad humana. Los indios de Schimpp son conflictivos, ambivalentes, contradictorios, humanos. En otra de las historias "el falso rostro", el iroqués Nekumonta, por miedo, en un sueño asesina a un dios, y desde la noche del sueño la locura lo va acorralando hasta que asume las consecuencias. La mayoría de las historias están narradas en tercera persona, salvo algunos raccontos menores, eso le permite a Schimpp tomar distancia de los personajes e introducir elementos de sus cosmologías y tradiciones pero eso no le impide trabajar la humanidad de sus personajes. Es que en los pueblos indígenas de Schimpp todos son humanos y diferentes y tienen razones para actuar como actúan, incluso cuando lo hacen con crueldad. Por el lado del dibujo, encontramos a un Alcatena con una diagramación de página tal vez más tradicional, donde la destreza esta puesta en la forma de dibujar las cosas y no tanto en la cosas que dibuja. Con una narración exquisita, que dibuja lo que debe dibujar para contar lo que quiere contar Alcatena sigue demostrando porque es uno de nuestros mejores historietistas.

La historieta y la palabra

En una entrada anterior (y lejana) a propósito de un libro de Dago, observe cierta tendencia de la "historieta moderna" que pretende anclar todo su aparato narrativo en la imagen, renegando, prescindiendo de la palabra. En ese momento quise hacer notar el aporte que la palabra, el texto, puede dar en términos de lirismo y poesía. Mencionaba una frase del mismísimo Robin Wood, en algún lugar enunciada, que decía algo así como que "la palabra es a la historieta lo que la música es al cine". Entonces me interesaba denotar la importancia de los textos para enfocar una situación, para inducir una lectura, para crear sentido y clima. Ahora me gustaría agregar algo mas, y es que el uso de la palabra en la historieta implica dos elementos más (mas allá de la función poética). Sucede que hay información que no puede expresarse en imágenes, o no se la puede expresar con la misma eficacia con imágenes que con palabras. Ninguna ciencia social ha prescindido de la palabra para expresarse, ninguna ciencia sin ir más lejos, y en todo caso si se pasa a un leguaje más preciso, no es justamente al lenguaje de los dibujos sino el de las matemáticas. Por tanto si quiero contar acontecimientos complejos, con múltiples matices y antecedentes, forzosamente tengo que apelar a las palabras. Contar la revolución francesa solo con dibujos no solo sería una tarea ardua sino que su resultado sería confuso e impreciso.
Finalmente sucede que el uso de la palabra en la historieta trae consigo la tradición de recursos literarios, formas de contar, de introducir elementos, de construir historias, herramientas que se desarrollaron en la historia de la literatura. Hay un universo de recursos narrativos que se nos presentan cuando decidimos dejar de renegar de la palabra. Y todo esto viene a cuento porque en Wampum y Wigwams me encontré con un saludable uso de la palabra, con bloques de textos bien escritos, con intenciones narrativas contundentes, con vuelos poéticos y sensaciones bien expresadas. Una historieta que no reniega de sí misma.

6 comentarios:

Gustavo Schimpp dijo...

Querido Ricardo: te agradezco enormemente tus palabras que, a pesar de todo lo que decís, me deja sin palabras. Te dejo un gran abrazo.

Ricardo De Luca dijo...

Gracias a vos Gustavo, espero que se edite mas material tuyo, así podemos seguir leyendo.
Abrazo!

Julián Aron dijo...

Gran reseña. Me diste mas ganas todavía de salir, conseguir y leer ya mismo la nueva historia de este gran equipo narrador.

Anónimo dijo...

hola Ricardo; me pasás una dirección de contácto, por favor?

Ricardo De Luca dijo...

Hola, podes escribir a : urbanomutante@mail.com
Saludos!

Ricardo De Luca dijo...

Perdón el mail es: urbanomutante@gmail.com

Saludos!