domingo, 13 de mayo de 2012

Los Oscurantistas y las fuerzas del atraso.

Todo proceso de cambio encuentra resistencias. El siglo XVII vio nacer los fundamentos de la ciencia moderna, la razón dio lugar a la ilustración. Las absolutas verdades religiosas fueron puestas en duda y la pregunta sobre los hechos de la naturaleza se hizo posible. A la resistencia a la razón se le llamo Oscurantismo. Pero pensar que los oscurantistas son solo defensores de dioses pasados de moda es simplificar demasiado las cosas. Son defensores de un orden social en que eran privilegiados. Son defensores de un privilegio, de una desigualdad. En estos días se dio a conocer que los titulares de Taringa! Irán a juicio oral, por violaciones a la ley de derechos de autor. Una ley que en nuestro país esta por cumplir 90 años, redactada cuando no existían ni internet ni las computadoras, ni siquiera una guitarra eléctrica. Casi casi el tiempo de los oscurantistas. Se habla por muchos lados sobre la necesidad de actualizar las leyes, pero para precisar los delitos informáticos, para seguir obedeciendo las premisas medievales. Necesitamos en realidad una nueva perspectiva, es que la masividad de internet no impone solamente nuevas formas de delito, sino también nuevas formas de derecho. ¿Es lícito restringir la circulación de información? ¿Que consecuencias sociales y políticas tiene ese hecho? El avance tecnológico esta haciendo colapsar una forma de negocio, lo que no significa que colapse la sociedad. La discusión de fondo en todo esto es la validez de la propiedad intelectual en un mundo donde la información empieza a circular como el aire. ¿Podemos impedir que la gente respire? ¿o debemos cobrar regalías cuando lo hagan? Y para empezar este debate tenemos que tener muy presente que la propiedad intelectual (DPI) esta muy lejos de ser un acontecimiento natural. Hay violines que tienen mas años que todas las leyes de propiedad intelectual juntas. ¿Si la cultura era posible antes del DPI, porque no ha de ser posible después? Es que el DPI es una pieza clave en un mecanismo industrial, donde el autor también es perjudicado. Y por otro lado ¿quienes son esos paladines de los derechos de autor? Un reducido conglomerado de empresas, banqueros, accionistas, apropiadores de la cultura humana. O ¿acaso el directorio de Timer Warner esta integrado por músicos y escritores?

El negocio de la cultura empieza a ser otro, es tiempo de que los Oscurantistas se enteren. Y debemos dejar de defender a los apropiadores del pensamiento para empezar a defender el derecho a pensar. El caso contra Taringa! Implica no solo una ofensa para el derecho a pensar y la libre circulación de información. Sino también una curiosa reacción contra el progreso tecnológico argentino. Los fundadores de Taringa serian lo que Schumpeter llamaba Empresario Innovador. Eran empresarios que de alguna manera inventaban un negocio, encontraban un consumo nuevo un lugar donde ningún negocio no era posible. El Empresario innovador era, entonces, “aquella persona que tiene capacidad e iniciativa para proponer y realizar nuevas combinaciones de medios de producción” (Scientia et Technica Año X, No 25. UTP. ISSN 0122-1701 Suarez, 2004) “son hombres con facultades excepcionales que aprovechan oportunidades que otros no perciben o que crean oportunidades gracias a su arrojo e imaginación” (Suarez 2004). Si uno piensa que taringa es uno de los portales con más usuarios de América latina, sus posibilidades de difusión y de circulación de información son gigantescas. El estado argentino debería alentar a sus empresarios Innovadores, en vez de iniciarles procesos penales a petición de los oscurantistas defensores del atraso.

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