Sin palabras

La muerte nos sorprende caminando. Es puro vértigo y tragedia. No parecia. Es que él tenía una vitalidad increible. Su genio, desbordante y vicioso, no le permitio ceder a las inclemencias de un cuerpo que no perdona. Y cuando ya no pudo dibujar siguió escribiendo como si nada. Entregado a la dura tarea de hacer reir cuando la muerte aprieta. Seguro que él lo veia venir, pero seguía camiando, y su caminar ultimamente era también luchar. Como historietista que soy, no puedo dejar de sentir una profunda tristeza. Fontanarrosa se fue: hay menos talento en el mundo.

Una curiosa experiencia

Mi amiga Carla Serafini es percusionista, y un día, hace como dos años mientras ella triunfaba con su banda Falucho y yo me empezaba a escapar del mundo universitario, le dije: “che, vos que tocas tan bien esas cosas que hacen ruido, porque no te escribís un guión”. Y como dos años después, ella me manda por mail “el guión”. Como estamos cerca de su cumpleaños que fue hace unos cuantos días, le dibuje la historieta y le regale los originales. Se que tienen destino de mantel. Pero no me importa, lo que me importa es pensar que no estoy tan solo en este caos creativo…Hoy Carla esta un poco alejada de esas cosas que hacen ruido y yo he retornado de modo inesperado a la antropología. Surgieron estas paginitas, producto de no se que inspiración, testimonios de un caos creativo, una curiosa experiencia…




Argumento: Carla Serafini
Dibujo: Ricardo De Luca

Del Otro

Quiero buscar
Un camino en la gente
Quiero buscar
La verdad en mi mente

Pero la noche ha empezado
En las puertas que ha cerrado
El espanto

No, por favor, no me olvides
No, por favor, no me esquives
Que solo estoy respirando

Quiero encontrar
La razón de este choque
Y aprender
La verdad en sus roces

Por que mi vida ha empezado
En las fuerzas que ha estrellado
Esta historia

No, por favor, no me hablen
No, por favor, no me miren
Que yo no estoy respirando

Quiero buscar
Mi camino en la gente
Y encontrar
La verdad en mi mente

Pero la noche ha empezado
En las puertas que ha cerrado
El espanto

No, por favor, no me olvides
No, por favor, no me esquives
Que solo estoy respirando.